miércoles, 13 de julio de 2011

Capitulo 22.

Estaba dormida cuando mi madre me grito.
-¡LUNAAAA!
Al no contestarle entro a mi habitación y me miro. Bostece. Se dio cuenta de que había metido la pata al despertarme.
-Lo siento cariño, no sabia que estabas dormida.
-Tranquila no pasa nada-le sonreí con una pequeña sonrisa.
Detrás de mi madre apareció Elena con su peluche de Micky Mause.
-Luna, juega conmigo.
-Elena, Luna no puede jugar contigo.-dijo mi madre.
-¿Por que no?
-Esta muy cansada.
-¿Por que esta cansada? ¿Ezta enferma?-dijo mal la “s”.
-No, no es eso, en otro momento jugara contigo.
-Jo...-puso cara de pena y me dio un beso en la mejilla-curate pronto Luna.
-Adiós enana-le sonreí.
Salio de la habitación corriendo y mi madre me miro.
-¿Estas mejor?
-Si estoy muchísimo mejor- mentí.
-Me alegro, baja que la cena esta echa.
-Vele-sonreí con una pequeña sonrisa.
Cerro la puerta y se fue, me quede unos cinco segundos sin reaccionas estaba preocupada sobre mi estado, si comía lo iba a vomitar queriendo o sin querer... parece una pesadilla...tenia ganas de gritar ¡SOCORROOO!, tengo miedo.
Me levante despacio de la cama. Estaba débil, no había comido apenas o sino lo que había comido lo he vomitado. Cuando me levante empece a andar lentamente pero mis ojos se nublaron no veía nada y me maree. Menos mal que me había apoyado en la pared, sino me hubiera dado un golpe tremendo.
* * *
Llegue a casa. Estaba cansado, confuso, dolido, tantas sensaciones en mi que no se ni como explicarlo. Tenía el corazón roto, pensaba que Luna no era capaz de hacerme daño,pero me equivoque, todos nos equivocamos alguna vez pero yo siempre. No quería verla mas pero a la vez necesitaba estar con ella y volver a ver su pelo, sus ojos, sentir de nuevo sus manos en mi cuerpo y sus labios rozando cada centímetro de mi piel. Sonrió al volver a sentirlo, al volver a verlo, es su cuerpo, son sus besos, es su amor el que me quema.
Me acorde de la canción de Cale y el Dandee:
Yo te esperare, nos sentaremos juntos frente al mar y de tu mano podre caminar...y aun que se pase toda mi vida yo te esperare.
Entre en mi habitación y me tire en la cama, no quería entrar al Tuenti y verla conectada, me dolería mas, sería como abrir mas la herida y dolería mucho mas. No podía dejar de pensar en ella era como una adicción, todos esos momentos que hemos pasado juntos aunque solo hayan sido 4 días. Es una chica encantadora...tanto pensar en ella me mataba y volví a llorar. Abrace muy fuerte mi almohada. Me prometí a mi mismo no llorar por una chica,pero, aquí me tenéis como un niño llorando por Luna, mi Luna, no puedo dejarla de amarla ella es diferente a las demás.
Derrepente tocaron la puerta.
-Pasa-dije y rápidamente me seque las lagrima, por que un hombre nunca llora.
-Ivan ven ha cenar, he hecho lasaña, lo que te gusta.
-ahora voy.
Cerro la puerta y me dejo solo, pasaron unos diez minutos y fui a la cocina. No tenía hambre con todo lo que había pasado, pero a pesar de todo me comí toda la lasaña que tenía en mi plato.
* * *
Tenía sobre mi plato lasaña, mi comida favorita. No había probado ningún bocado, Elena me miraba porque ella se lo había comido todo y se extraño al verme que no comía.
-Luna, ¿te vas a comer la masaña?-dijo Elena sonriendo.
Solté una pequeña carcajada y le dije:
-Enana, se dice lasaña no masaña.
-Vale, pues me das tu lasaña por favor, tengo hambre-sonrió.
-Claro princesa.
Cogí mi plato y antes de que comiera me dijo:
-¿Pero por que no comes?
-No tengo hambre, cariño.
-¿No estarás anorexica?
Esa pregunta me cabreo mucho y le grite:
-¡Que no idiota!
Elena se quedo perpleja con mi actitud y empezó a llorar. Mi madre enfadarme me dijo:
-¡Lunaaa! No le grites a tu hermana y sobre todo no le llames idiota solamente tiene 3 años casi 4.
-Lo siento enana-le di un cálido beso en la mejilla y me sonrió.
Elena para tener solamente 3 años es muy espabilada y muy lista. Sigo comiendo, mire a mi madre que me miraba fijamente y enfadada. Aparte la mirada y me dijo:
-¡Luna come!
-Mama no tengo hambre, estoy llena.
-¿Como que llena? ¡Pero si no has comido!-grito.
-¿Y que?
-No me contestes así Luna, tienes que comer-Elena nos miraba asustada, no comprendía lo que pasaba- Elena vete a tu cuarto.
-Mama aún no he terminado-protesto.
-¡QUE TE VAYAS!
Ese grito retumbo por toda la casa y Elena se fue corriendo asustada, mi madre estaba muy nerviosa ¿que le pasara?
-Mama-le mire a los ojos-¿que te pasa?
Me miro y rompió a llorar. Me acerque a donde ella y la abrace, estaba mal lo notaba, algo le había pasado y lo tenia que saber. Es mi madre ella me a criado y me apoyado en todo y ahora es mi turno la tengo que ayudar.
-A ver mama, ¿que te pasa?
Me miro a los ojos, jamas olvidare la tristeza que trasmitían.
-Lu-uis-tartamudeo.
-¿Luis que?
-Que me a puesto los cuernos.
Esas palabras me dejaron congelada, Luis me caía mal pero jamas pensé que haría eso. No se como apoyarla, yo también estoy mal y aunque sea tengo que ayudarla. La abracé fuerte, ella me respondió con otro abrazo uno de esos que no quieres soltar a alguien. No supe decirle ninguna palabra solo la quería consolar con un abrazo, parecía que se había calmado y le dije:
-Mama echate un rato en la cama así estarás mejor.
Sin decir nada me miro. Sonrió con una pequeña sonrisa y se fue. Me quede sola unos instantes y fui a donde Elena, pobrecita se habrá asustado con los gritos. Entre en su cuarto y la encontré dormida con su peluche de Micky. Cerré la puerta y fui a ver a mi madre ¿que tal estará?, abrí la puerta de su habitación y la encontré allí tumbada dormida. Cerré la puerta con cuidado y fui a mi habitación. Me tumbe en la cama, había sido un día duro y difícil. Tenía el corazón dolido, y ahora me estaba dando cuenta de que de verdad a quien quería era a Ivan y había metido la pata asta el fondo. Una lagrima cayo por mi ojo izquierdo, dicen que si la primera lagrima cae por el ojo izquierdo es de dolor y si es por el derecho es de felicidad, asique estaba llorando de dolor.

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